La gran expectativa era que Microsoft lanzará al mercado una versión más pequeña de SURFACE. La tercera generación la orientaron al sector profesional con hardware más potente pero ¿y si hubiera un procesador más modesto? entonces la respuesta es Surface 3 más pequeño y accesible.
Es un dispositivo para el público en general, manteniendo las principales claves del producto original pero con algunos elementos que cambian. Microsoft ha dejado casi todo intacto. Mismo diseño, elección idéntica de materiales y la sensación que estamos ante una copia tal cual de Surface Pro 3.
Se ha reducido el peso y de grosor. Sutiles, pero empieza a quedar claro que Microsoft quiere que Surface sea todavía más móvil. El conector magnético para la carga también desaparece en favor de un micro USB que se encarga de dicha tarea. Los conectores y salidas varias siguen intocables.
Pasamos de reclinarlo en cualquier ángulo a tres posiciones, parece un paso atrás a priori. Es cierto que Microsoft cubre los principales usos pero queda la duda de si siendo fijo lo hará bien.
En la pantalla se mantiene el ratio pero se reduce a 10,8 pulgadas con resolución Full HD. La tecnología del panel es la misma, ángulo de visión muy amplio, buen croma y temperatura bien calibrada, sobre la resolución es cuestión de gustos. Lo que también se mantiene es la tecnología táctil para usar con el lápiz.
La principal duda que plantea Surface 3 es la elección del procesador Atom, siempre ha tenido fama de ser poco potente. Con Core M disponible, el salto a este modelo parecía el más lógico pero no, Microsoft va por los 14 nanómetros y la arquitectura Cherry Trail.
Es pronto para lanzar conclusiones pero las primeras sensaciones con el rendimiento son positivas. Windows 8.1 se mueve de forma muy fluida y no hay retrasos en las diferentes animaciones. Aquí es donde Atom tiene que demostrar que, de verdad, ha dado un salto de calidad.
El precio, 599 euros en la configuración más baja, lo pone a competir con los dispositivos de fabricantes como ASUS, Lenovo y HP. Es atractivo pero cabe recordar algo importante: la funda/teclado sigue siendo un accesorio adicional (129 euros) y casi fundamental para disfrutar y entender Surface en su totalidad. Interesante y a la vez con dudas que resolver.